▷ Testimonio de Hiperacusia en España – David Operacion Hyperacusis

Aquí el testimonio de David, creador del blog Operacion Hyperacusis, donde podréis encontrar información de gran calidad sobre esta condición

¿Cuándo empezó tu hiperacusia? ¿A que edad? ¿Puedes asociarlo con algo?

Mi hiperacusia apareció a los 32 años. Me encontraba en mi habitación inmerso en unas pruebas de sonido con mi bajo eléctrico. Lo que tocaba era monótono y molesto de escuchar así que para evitar que los poderosos graves llegaran a incordiar a mis vecinos y también así escucharme mejor, me puse los auriculares.

Debido a mi pasión por la música siempre trataba de ser cuidadoso con mis oídos y nunca me ponía el volumen excesivamente alto. Sin embargo, había otro factor, además del volumen, que también influye en el potencial riesgo de escuchar música con auriculares y que en aquel momento no supe darle la importancia que tenía: el tiempo de exposición al sonido. Estuve dale que te pego tocando las mismas notas casi tres horas seguidas cuando noté que mis oídos estaban anormalmente fatigados, levemente doloridos, y podía escuchar mucho más alto de lo habitual un hasta entonces tímido acúfeno en mi oído derecho. No lo sabía pero acababa de arruinar mi vida de una forma inimaginable.

¿Cómo describiría su hiperacusia para que las personas que no tienen hiperacusia puedan entenderla?

Una disminución del umbral del dolor del oído hasta niveles fácilmente superados por sonidos cotidianos del día a día.

¿Qué síntomas tienes? ¿Sientes dolor? ¿Cómo los describirías?

En mi caso la hiperacusia se manifestaba como dolor agudo localizado en el oído interno, sensación de oídos tapados, distorsión de los sonidos, sensación de cosquilleo o picor dentro del oído, aumento de acúfenos y un terrible dolor de garganta.

Al principio estos síntomas aparecían cuando me exponía a sonidos cotidianos como el ruido al manipular la vajilla, ladridos de perros, gritos de personas o música alta, pero posteriormente mi estado empeoró hasta límites insospechados y sonidos como abrir un grifo, el compresor del frigorífico cuando entra en funcionamiento, o mi propia voz, resultaron intolerables.

¿Qué tratamientos has probado? ¿Cuál te ha dado mejor resultado?

La escucha diaria de 30 minutos al día de ruido blanco inicialmente parecía funcionar, pero cuando mi hiperacusia empeoró este enfoque resultó inútil e incluso contraproducente.

Ante la falta de alternativas no me quedó más remedio que investigar por mi cuenta. No tardé en descubrir que el control continuo sobre la exposición al sonido junto con terapias de sonido de banda ancha me funcionaba, pero haría falta mucho tiempo para dar con la fórmula exacta.

En algún momento de ese proceso probé con el enfoque que propone la famosa y en mi opinión sobrevalorada TRT, pero prescindir del control de la exposición al sonido y convivir con los terribles síntomas que aparecían cuando escuchaba más de lo que mis oídos podían tolerar, no era para mí.

¿Has probado la terapia de sonido? ¿Qué piensas al respecto? ¿Conoces que la hayan probado? ¿Qué resultados han obtenido?

La hiperacusia me dejó en un estado incompatible con la vida y la terapia de sonido que creé para mí me ha permitido pasar de tener que estar aislado en una habitación durante varios años a ser capaz de acudir al teatro a ver un musical sin protección auditiva. El proceso ha sido extremadamente difícil y muy lento, pero puedo dar fe de que la terapia de sonido, al menos en mi caso, ha funcionado. Puedes ver el detalle de todo lo que hice para volver a hacer una vida normal en mi web https://operacionhyperacusis.blogspot.com/

¿Qué pruebas médicas te has hecho y con qué resultados?

Audiometría, potenciales auditivos, resonancia magnética, y la prueba que verdaderamente sirve para diagnosticar la hiperacusia: medición del UCL.

Salvo el UCL, todas las pruebas arrojaron resultados normales

¿En qué ha cambiado tu vida desde que tienes hiperacusia?

Al no existir cura completa todavía para casos como el mío en el que la hiperacusia fue causada por trauma acústico, sigue necesario estar pendiente de dónde acabas por la posibilidad de exponerse a sonidos que pueden ser peligrosos, y también es necesario de vez en cuando renunciar a ciertas actividades o usar protección auditiva para manejar adecuadamente alguna pequeña recaída. Pero cuando has estado en el infierno durante tanto tiempo, poder llevar una vida normal es sencillamente un regalo de la vida del que hay que estar muy agradecido.

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